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MITOS DEL BOTOX: LO QUE NECESITAS SABER ANTES DE DECIDIR

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En la medicina estética, pocas palabras generan tantas opiniones como “botox

(Toxina Botulínica). Sin embargo, gran parte de lo que circula sobre este tratamiento está basado en mitos, desinformación o experiencias mal manejadas.

En Dermony, creemos en una estética basada en evidencia, ética y transparente, por eso hoy te aclaramos los principales mitos para que tomes decisiones informadas y con confianza.


1. “El botox deja el rostro sin expresión”

Este es quizás el mito más común. La verdad es que un tratamiento bien realizado no debería congelarte la cara. El objetivo de la Toxina Botulínica no es paralizar, sino relajar ciertos músculos responsables de las arrugas dinámicas (como las del entrecejo o la frente), permitiendo que el resto del rostro conserve toda su expresividad.

Cuando se aplica en la dosis justa y por manos profesionales, el resultado es natural, armonioso y sutil. En Dermony, priorizamos siempre la belleza real, sin excesos.


2. “No necesito botox si aún no tengo arrugas”

La toxina Botulínica no es solo correctiva, también puede ser preventiva. Muchas personas comienzan a aplicarlo entre los 25 y 30 años para evitar que las líneas de expresión se marquen de forma permanente.

Esto no significa que debas usarlo sin motivo, pero sí que, al detectar ciertas contracciones faciales repetidas, puede ser una estrategia preventiva para mantener una piel lisa por más tiempo.


3. “El botox daña los músculos con el tiempo”

No hay evidencia científica que respalde que la Toxina Botulínica dañe los músculos. Su efecto es reversible y temporal (dura de 3 a 6 meses, en promedio), y el músculo recupera su función progresivamente.

De hecho, al usarlo de forma adecuada, puede ayudar a moderar gestos repetitivos que generan arrugas profundas, sin causar atrofia ni daño permanente.


4. “El botox crea adicción”

La Toxina Botulínica no genera adicción física ni psicológica. Lo que puede ocurrir es que, al ver sus efectos positivos, muchas personas elijan mantener el tratamiento como parte de su rutina de autocuidado. Pero suspender su uso no genera abstinencia ni consecuencias negativas.

En Dermony, fomentamos el uso consciente, ético y realista de los tratamientos estéticos, sin presión ni dependencia. Siempre será tu decisión.


¿Qué es realmente el botox?

La Toxina Botulínica es una neurotoxina purificada derivada de la bacteria Clostridium botulinum. Su acción consiste en bloquear de forma temporal la liberación de acetilcolina, lo que relaja el músculo tratado sin dañarlo.

A diferencia de lo que muchas personas creen, no es un relleno, sino un relajante muscular localizado.


¿Es el botox vegano?

Aunque el principio activo de la Toxina Botulínica es de origen bacteriano, algunas marcas utilizan ingredientes de origen animal en su formulación o realizan pruebas en animales, mientras que otras han optado por versiones más limpias y respetuosas.


En Dermony, priorizamos la marca Xeomin de Merz, porque es la única disponible en Chile que ha reducido sus pruebas en animales, pero no es completamente libre de testeo, por lo que no cumple con estándares cruelty-free.


Otras marcas como Botox y Dysport aún contienen albúmina o lactosa y requieren pruebas animales por lote, por lo que no son opciones veganas o cruelty-free.


Conclusión

La Toxina Botulínica, cuando se utiliza con criterio profesional, puede ser un gran aliado para mantener una piel descansada, prevenir el envejecimiento prematuro y sentirte más segura contigo misma. Lo más importante es que sea una decisión informada, ética y personalizada.

Si tienes dudas o deseas una evaluación, en Dermony te esperamos con una mirada profesional, cercana y amigable con los animales.

 
 
 

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